lunes, 11 de abril de 2016

Jungmeister

La Bücker Bü 133 Jungmeister debe tener un Coeficiente Molón (CM) de noventa y tantos (CM=0, no mola nada; CM=100, mola una tonelada). Esto es por las siguientes siete razones, irrebatibles, indiscutibles e irrefutables:

1) Es biplana.
2) Es acrobática.
3) Tiene un motor radial.
4) Está construida en tubo de acero, madera y tela.
5) Es bonita.
6) Vuela fenomenal.
7) Me encantaría volar una.

La primera Jungmeister que vi. Imperial War Museum, RAF Duxford, Inglaterra, 1993.

La Jungmeister es la versión monoplaza y mucho más potente (gracias al motor de 160 CV) de la Bücker 131 Jungmann. En su momento debió de ser la leche: pequeña (sólo mide 6,6 m de envergadura), ligera (425 kg) y con generosas superficies de mando (tiene alerones en los dos planos, más dirección y profundidad considerables).




Una réplica de Jungmeister construida en 1999 que da el pego. Lleva el motor radial de 7 cilindros al aire. Fíjense en las dimensiones compactas y reducidas del avión. La Ferté Alais, Francia, 2014.

Durante muchos años fue el avión acrobático por excelencia, desde su primer vuelo en 1935 hasta los años 60. Sigue siendo aún hoy un avion acrobático impresionante, que además de ser ágil y sensible a los mandos, dicen que es muy fácil de volar.

El carenado característico con las jorobas para los 7 cilindros. La EC-ALP de Aresti, de nuevo en vuelo en la Fundación Infante de Orleans. Cuatro Vientos, Madrid, 1998.

La Jungmeister es conocida por una maniobra concreta: el tonel rápido o flick roll (o también snap roll para los yanquis). Esta maniobra es una brutalidad: consiste en hacer entrar en pérdida el o los planos de un lado a gran velocidad, con lo que se produce una violéntísima rotación del avión. No tiene nada que ver con otros toneles que se guían en todo o en parte con los alerones. No. Aquí lo que se hace es meter el avión con profundidad y dirección en una barrena de una vuelta, desde vuelo rápido horizontal. ¿No me creen? Vean una Jungmeister en ello... y pónganse en el lugar del piloto. Bien, pues la Jungmeister al parecer puede hacer de manera predecible estos toneles y salir siempre en la posición deseada, con lo que varios pilotos se han atrevido a hacerlos pegaditos al suelo. Con un par.


Esta Jungmeister que está ahora invertida en el Museo del Aire y del Espacio en el Centro Udvar - Hazy de Washington la compró en 1936 el piloto Alex Papana, y se llevó a Estados Unidos en el dirigible Hindenburg (¡!). A lo largo de su historia se estrelló varias veces y fue reconstruida otras tantas. La historia está escrita sobre el plano inferior izquierdo. Lleva un motor americano Warner Super Scarab. Estados Unidos, 2015.

Uno de ellos fue José Luis Aresti Aguirre, un piloto excepcional de Bilbao (anímense y hagan sus propios chistes) que hacía exhibiciones con la Jungmeister EC-ALP, uno de los primeros aviones de la Fundación Infante de Orleans. Al Sr. Aresti le debemos, además de su experta acrobacia, la invención en 1964 del Código Aresti, una notación estandarizada y precisa para representar figuras acrobáticas, que utiliza hoy todo quisqui en acrobacia.

La E.1 14 se fabricó en Alemania con motor radial y vino a España en la Guerra Civil en 1937 para el bando sublevado, de un total de 21 (otras 3 fueron al bando republicano). Según las fuentes, Construcciones Aeronáuticas construyó en en la posguerra otras 25 (o algunos dicen 50) con motor lineal Hirth, pero posteriormente se les puso el radial Siemens. Que claramente les sienta mejor. Museo del Aire, Cuatro Vientos, Madrid, 2005.

A estas alturas Vds. ya tienen claro que me encantaría volar una. Dos pequeños inconvenientes: soy un poco viejo para empezar a hacer toneles rápidos, y bueno, no tengo los 220.000 euracos. Aunque estoy pensando en vender uno de mis riñones.

Otra Jungmeister en la Ferté Alais. Son aviones raros, muy preciados y por tanto valen un congo. Francia, 2014.

Esta Jungmeister se construyó en Altenrhein (Suiza) para su fuerza aérea en 1937 y estuvo volando hasta 1968. Ahora está colgada en el vestíbulo del Flieger Flab Museum en Dübendorf. Suiza, 2018.

Esta réplica de una Jungmeister la construyó un militar yanqui llamado Samuel Burgess en 1967. En 1970 hizo un tour por los 50 estados del país (¡!) y finalmente la donó a la EAA. Lleva un motor Warner Super Scarab. USA, 2019.

En el Museo de la Experimental Aircraft Association de Oshkosh en Wisconsin tienen esta Bücker original de 1935 aunque con motor Warner americano. Aseguran que es la de José Luis Aresti, y que se la compró para restaurar un tal Mike Murphy en los años 60. Si embargo, los de la Fundación Infante de Orleans aseguran que la tienen ellos (se supone que es la que les he mostrado más arriba). ¿Alguien me puede explicar qué versión es cierta? USA, 2019. 

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