martes, 26 de enero de 2016

Taube

Ignaz "Igo" Etrich hizo en 1910 el Taube (paloma) como avión de recreo, inspirándose no en las alas de las palomas, sino en una semilla de una planta (alsomitra macrocarpa), que tiene una especie de alas con las que pueden planear distancias considerables.

Replica de un Rumpler Taube biplaza de observación. Luftwaffen Museum, Gatow, 2008.    

El avión tiene un aspecto decididamente arcaico y característico. Debía ser un espectáculo verlo desde tierra, especialmente los aviones sin pintar traslúcidos.  Inicialmente se utilizó para pruebas deportivas, ganando uno de los primeros premios de fiabilidad y conquistando marcas de duración.

Pero los militares ya empezaban a ver las posibilidades de los aviones para la guerra: el Taube tiene el dudoso honor de ser el primer avión utilizado para bombardeo, en 1911. Parece que tenía un vuelo especialmente estable y tranquilo, por lo que se usó como avión de observación al estallar la I Guerra Mundial. Como los mandos por deformación lo hacían poco maniobrable, se destinó rápidamente al entrenamiento.

Fíjense en que tanto los alerones como el elevador no están abisagrados, se accionaban deformando las superficies. 

Este Taube es original, construido en 1914 como Jeannin Stahltaube. El fuselaje es de tubo de acero (stahl) en lugar de madera. Technikmuseum, Berlin, 2008.

La única réplica volante de un Taube está en el Owl's Head Transportation Museum. Maine, USA, 2015.

En lugar del Mercedes original, la réplica lleva un motor Ranger más moderno. 

(Julio 2016) Para apreciar mejor la originalísima planta alar del Taube, les muestro uno que he visto recientemente colgado del techo del Deutsches Museum de Munich:


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